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HABLAMOS CON… JAUMET NAVARRO.
CAMPEÓN DEL MUNDO DE IMPROVISACIÓN

jaumetnavarroJaumet Navarro es uno de los maestros del arte de la improvisación de este país. Es el director y fundador de su compañía con la que lleva 15 años representando sus espectáculos de improvisación. Son especialistas en eventos de empresa y, por eso, queremos conocerlo más a fondo.

Para empezar, ¿cómo es vuestro espectáculo de improvisación para empresas?

Nuestro espectáculo de impro para empresas es un poco a la carta. La empresa decide qué es lo que quiere y nosotros se lo ofrecemos. Una de las cosas que sí que hacemos es trabajar valores como el trabajo en equipo, saber escuchar, etc. Pero nuestro trabajo es hacerles desconectar de su rutina laboral, que se lo pasen bien, que se conviertan en guionistas. Nos gusta que desconecten.

Si profundizamos un poco más, ¿cuál es la estructura del espectáculo?

Nosotros pedimos al público que escojan el guión. Que nos digan lo que quieren ver. Eligen géneros cinematográficos, situaciones concretas, ya sea del ámbito laboral o externo; dificultades, etc. Primero les pedimos que escriban títulos en papeles o bien, que nos los digan verbalmente. Entonces, nosotros mezclamos los diferentes títulos con las situaciones que pidan y hacemos el espectáculo añadiendo dificultades que también eligen ellos. Somos títeres en sus manos.

Esto necesitará una buena preparación.

Nosotros llevamos la friolera de 15 años improvisando y la clave es que nos conocemos mucho entre los compañeros y en escena encajamos muy bien. La impro tiene unos rituales que los tienes que dominar muy bien como conocer al compañero, oírlo y aceptarlo para poder crear historias. También nos preparamos mucho. Nosotros quedamos una vez cada dos semanas para hacer un pequeño entreno. No decimos ensayo porque la impro no se puede ensayar porque no tiene guión, así que le llamamos entreno. Estamos siempre preparados.

¿Encontráis alguna diferencia entre el público que asiste al teatro y el de los eventos de empresa?

Hay pequeñas diferencias. En la mayoría de eventos que hacemos, como pueden ser cenas de empresa, suelen asistir directivos o jefes. Si ese directivo o jefe es un poco serio o duro, hay un poco de tensión al principio. Pero nuestro trabajo es destensar y que se relaje todo el mundo. Después es el primero que juega y que tiene más sentido del humor. En cambio, en el teatro la gente ya va predispuesta, todos son anónimos, nadie se conoce y se crea un clima de cachondeo puro y duro.

¿Quiénes son más originales a la hora de poner los títulos?

La originalidad la tiene todo el mundo. Pensad que los títulos son anónimos e individuales. Una cosa es que te digan el título verbalmente, que en los eventos de empresa se controlarán, pero en un papel todo el mundo puede poner lo que quiera y todo el mundo es original.

Después de tantos años, ¿te acuerdas de algún título que os haya sorprendido?

Nos han sorprendido títulos. A veces son cosas muy obvias que están de moda como el “¿Por qué?” de Mourinho que se repitió muchas veces, pero, de repente, te encuentras con uno que te dice “la psicología del fresón verde” y con esto tienes que hacer una historia. De títulos te podría decir miles. Han habido de muy estrambóticos y de muy raros, palabras y frases sin sentido. También, hay gente que te escribe la biblia en verso. Llevamos 15 años y llega un momento que borras el disco duro y no puedes almacenar todas las frases, pero ha habido de todo y de todos los colores.

En pocas palabras, ¿qué puede encontrarse una empresa en vuestro espectáculo?

Encontrará sentido del humor, complicidad, nosotros nos adaptamos a todos los universos de cada empresa. Nuestro trabajo es entrar en el universo de cada empresa, adaptarnos lo máximo posible y que desconecten y se lo pasen bien. Quieren que toquemos puntos, los tocaremos, quieren simplemente humor y pasarlo bien, también lo haremos. Pero, sobre todo lo que encontrarán es complicidad, mucho sentido del humor y mucha colaboración. Les haremos trabajar inactivamente ya que los convertimos en guionistas.

¿Qué opiniones y sensaciones recogéis después del espectáculo?

La gente siempre sale contenta, siempre. En resumen, la gente lo que te dice es “qué bien nos lo hemos pasado”. Tienen la sensación de haber vivido un momento único. Nosotros lo que decimos siempre al finalizar el espectáculo es que lo que acaban de ver solo lo han visto ellos. Cada espectáculo es único e irrepetible. Un espectáculo de impro nunca se puede ver, el mismo, dos veces. Es un trabajo de orfebrería fina que solo lo pueden ver ese día y que nunca se repetirá porque todas las combinaciones son imposibles que se repitan: género, dificultad, los actores…

Entre vosotros, ¿hay miedo a quedaros en blanco?

La improvisación se creó en las escuelas de teatro para no quedarte en blanco. Un actor que está tirando de texto debe de tener nociones de improvisación para no bloquearse. Por lo tanto, los improvisadores, si algo no hacemos, es quedarnos en blanco. Sabemos crear todo el rato. Tenemos un guionista en la cabeza que no para de trabajar.

A la hora de improvisar, ¿os hacéis zancadillas entre vosotros?

Cuando llevas tantos años, nos ponemos dificultades entre nosotros para darle comicidad y eso el público lo ve. Ve que nos estamos haciendo la puñeta. Pero, en verdad, nos ayudamos muchísimo. Es un trabajo en equipo constante. Después de 15 años, nuestro trabajo es pasarlo bien. Yo como director de la compañía les digo “chicos vamos a disfrutar”. Si disfrutamos nosotros el público también lo hará. Hay puñeterías por en medio y a veces se nos escapa la risa en escena, pero es de verdad, no se nos escapa forzadamente, lo hacemos porque realmente nos estamos petando de risa. Disfrutamos con lo que hacemos.

Qué facultades tiene que tener un buen improvisador?

Lo que tiene que tener un buen improvisador, o al menos en mi compañía, es vis cómica, que sea divertido y que tenga las herramientas de la impro muy controladas. Aparte, debe de ser un buen actor/actriz, que pueda representar diferentes personajes y situaciones, debe de saber escucha, saber aceptar, saber aportar, trabajar en equipo, saber cambiar de escena y cambiar de personajes. Son varias cosas que las tienes que tener claras.

Para finalizar, ¿nos puedes explicar alguna anécdota?

Nos han pasado muchas anécdotas. Una vez nos vino una madre llorando dándonos las gracias porque le pedimos una frase a su hijo, que era autista, y él nos la dijo y su madre estaba muy emocionada porque llevaba dos años sin hablar. Nos quedamos todos flipando. Es que nos ha pasado de todo. Casi siempre son cosas bonitas y buenas.

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